Hoy no es un día cualquiera para el Club Atlético Belgrano. Un 1° de Julio de 2011, hace cuatro años, en un hecho histórico para el fútbol nacional, Belgrano se convirtió en el primer club que tras quebrar logró recuperarse económica e institucionalmente.

El 18 de septiembre de 2001, antes de enfrentar a San Lorenzo, el club se declaró en quiebra, a manos del por entonces presidente Gregorio Ledesma.

Belgrano pasó a ser administrado por un fideicomiso, nombrado por el Juzgado de Séptima Nominación en lo Civil y Comercial. Además, perdió la categoría tras caer con Unión 1 a 0 en Santa Fe el 4 de mayo de 2002.

Fue el momento más duro y más grave de su historia, que pudo llevar a la desaparición de la institución.

Allí apareció Córdoba Celestes SA, a cargo de Norberto Castaños, quien inició el proceso de recuperación y el reordenamiento de un club vaciado en todos los aspectos. En 2003, Luis Manzanares se hizo cargo con Córdoba Celeste,  y en 2005 le cedió las acciones a Armando Pérez.  A 11 meses de su llegada a la gerenciadora, Belgrano lograba el regreso a Primera, lugar donde tiene que estar.

Después de nueve años de gerenciamiento, y luego de mucho sacrificio, trabajo y seriedad, El Pirata pudo saldar su deuda de más de 24 millones de pesos, para volver a estar junto a sus verdaderos dueños: los socios.