Mauro Óbolo se convirtió en el segundo refuerzo de Belgrano en este 2015, tras firmar este mediodía en la Sede un contrato que lo vinculará al Pirata por dos años. De esta manera, el jugador regresa al Club luego de su paso en la temporada 2001/02.

-Sí, Obviamente muy esperada. Luego de algunas vueltas en el medio, me incliné por el club y pudimos firmar el contrato. Ahora estoy tranquilo y debo ponerme a entrenar fuerte. Siempre hubo buena predisposición de ambas partes, por suerte se concretó y estoy muy contento.

-Sí, ayer fue un día duro, con una decisión que no fue fácil porque le tuve que decir que no a Arsenal, un club que me trató muy bien. Y por el otro lado, poder estar de nuevo en Belgrano, el club que me abrió en su momento las puertas y del que soy hincha como siempre lo he expresado.

-Creo que el hincha me siguió viendo en los equipos donde estuve. Por mi parte, siempre dar lo mejor para el equipo y para el grupo. Sé lo que representa Belgrano y vengo dispuesto a dejar todo. Hablé muy poquito con el “Ruso”, me saludó y hoy ya voy a entrenar.

-Todavía no hablé nada, pero imagino que mejorar lo que se viene haciendo, que no es fácil, porque se vienen haciendo bien las cosas en Belgrano. Lo he enfrentado varias veces en contra y tiene un sistema de juego bien aceitado, que le ha dado muchos buenos resultados.

-No todavía, pero me hablan todos del predio. Hablé varias veces con Olave, con quien compartí mi anterior paso, y me dijo que todo cambió mucho. Los utileros igual, todos me hablan de cómo cambió Belgrano.

-Sí, es un puesto clave para el equipo, con mucha responsabilidad.  El 9 tiene siempre presión y tenés que demostrar siempre, hacer bien las cosas y conseguir los objetivos para que la gente te valore. No tengo nada ganado y me lo tengo que ganar en el juego.

-Un momento difícil del club y del país también. Me acuerdo de muchas cosas que sufrimos, que no teníamos un mango ni cancha para entrenar. Que la gente hacía campaña o rifas para juntar para nosotros los jugadores. El apoyo de la gente y que éramos un grupo bárbaro. Eso no me lo voy a olvidar nunca.