Faltaban apenas 37 segundos para el final del partido, y Los Murciélagos iban perdiendo la final ante Gran Bretaña por 1 a 0, en Mundial de Corea del Sur. Pero apareció Lucas Rodríguez  para igualar el trámite.  Y de manera fantástica, faltando 7 segundos, el turno fue de Nicolás Véliz, quien por medio de un penal de 8 metros (se sancionan a partir de la cuarta infracción recibida) marcó el 2 a 1 agónico y le dio el tercer título mundial a la selección Argentina.

Además de ser compañeros  en el seleccionado nacional de fútbol para ciegos, estos dos próceres del deporte cordobés comparten una pasión: el Club Atlético Belgrano.

Lucas Rodríguez tiene 33 años, es casado y vive en B° Los Robles.  Juega de volante ofensivo y fue tres veces campeón mundial. Trabaja en el área de Recreación y Deportes de la Municipalidad. Estudió Ingeniería en Sistemas, carrera que tiene planeado terminar cuando se retire de la alta competencia.

Nicolás Véliz tiene 24 Años, juega de delantero y también es campeón del mundo. Se encuentra cursando el 5° año de Comunicación Social, la carrera que siempre le gustó. Trabaja en Tarjeta Naranja y conduce "De remate" en radio Lyf , un programa que desarrolla temas en torno al deporte adaptado y a la accesibilidad para personas con discapacidad.

Los dos son PIRATAS Y CAMPEONES, por eso los invitamos al Gigante de Alberdi, para felicitarlos y entregarles una camiseta del Club, a modo de honrar el reciente logro y la manera que tienen de encarar la vida; remando con entrega, amor y perseverancia: “A lo Belgrano”.

Lucas - Toda mi familia es futbolera, y el ser ciego no iba a  ser un impedimento para jugar al fútbol. Como la mayoría de las personas ciegas que juegan desde  niños, le poníamos una bolsita a la pelota para que hiciera ruido y así poder escucharla. O si era una pelota de plástico, le hacíamos un huequito y le metíamos una piedrita adentro. Así arrancamos casi  todos.

Nico - Quedé ciego a los seis años, pero desde que me acuerdo juego al fútbol. Tengo imágenes en mi mente, yo a los tres años pateando. Cuando perdí la vista, le puse una bolsa a la pelota y seguí jugando con mis amigos.

L-  A los diez años. Pero fue en  el ´95 cuando surgió el reglamento del fútbol para ciegos, que se juega con cuatro jugadores  de campo no videntes y un arquero con visión normal. La pelota tiene  un sonido interno, detrás del arco contrario hay una persona que te ayuda, dándote referencias. Ahí fue ya con reglas.

N- Yo a los doce años empecé a jugar en el equipo Municipalidad de Córdoba, ahí lo conocí a Lucas que es un referente para mí. En el 2007, a los 16, me citaron por primera vez a la selección. Y desde ese momento empecé a estar en las convocatorias. Por suerte he tenido la posibilidad de jugar torneos importantes para mi país.

L- Nunca pensé en llegar a la selección. Mi sueño era jugar al  fútbol, que ya era un desafío, algo que parecía imposible y que sin embargo fue posible. Después las cosas se fueron dando con trabajo. Debuté  a los 16 años como suplente en el Mundial de Brasil en el ´98, y luego de hacer experiencia me afiancé como titular.

N-  Yo tampoco lo imaginaba. Tuve que esforzarme para llegar a la selección, por eso lo estoy disfrutando, porque lo esperé mucho tiempo. En el medio tuve lesiones y me costó llegar, así que estoy muy feliz.

L- En 30 segundos dimos vuelta una final de 50 minutos,  contra Inglaterra, con todo lo que eso significa. Lo cuento y parece mentira lo que sucedió. No quiero imaginar cómo quedaron los ingleses…Pero lo merecimos, estábamos preparados para ganar el mundial.

N- Sí, estábamos perdiendo injustamente, porque dominábamos el partido. Igual, seguimos presionando y faltando un minuto apareció Lucas, que se pone el equipo al hombro en momentos claves, y lo empató. Y faltando siete segundos pude convertir el penal y lo dimos vuelta.  Estamos muy contentos…

L - Desde chico, por la familia. Mi abuelo decía: "El que no es de Belgrano pierde la herencia". La primera vez que vine a la cancha fue con mi madrina, y después con mis tíos y hermanos. También estuve en entrenamientos y en el vestuario.

N - Mi viejo desde chiquito me transmitió esta pasión, lo mismo que mis tíos. Siempre a full con los partidos, a veces por radio y otras voy a la cancha. Soy  socio a través de la Filial de Malagueño. Cuando estuvimos en Corea, Farré y Olave nos mandaron un audio por whatsapp, deseándonos suerte, y lo compartimos con el equipo. Fue una motivación importante para todos.

L- El partido con Boca del 2006, que le ganamos con gol de Franco Peppino, que es un amigo. La promoción con River en Alberdi; yo esa noche me iba de luna de miel y antes me vine con mi mujer a la cancha. O la vez que me hicieron un homenaje en el Gigante, en el 2006, justo Belgrano no estaba en un buen momento y la hinchada cantaba: "Ponelo a  Lucas,la p... que te parió" (risas).

N- Han pasado tantos jugadores y partidos, las promociones con Quilmes fueron durísimas. Una de mis primeras notas, yo hago radio desde muy  chico, fue al “Luifa” Artime y al “Chiche” Sosa. Son ídolos y esos recuerdos jamás se borran. Ojalá que podamos clasificar a la Libertadores, por lo menos. En Corea, escuchamos el partido contra Arsenal en plena madrugada.