CABlendario | 4 de junio del 2006
¡El ¨Fitito¨ es de Primera!
03/06/2016
Hoy se cumplen 10 años del tercer ascenso de Belgrano a la máxima categoría. Esa noche en Bahía Blanca, el Celeste se impuso 2 a 1 ante Olimpo, para la alegría del pueblo pirata.
Un día como hoy, hace 10 años, se producía en
Bahía Blanca el ascenso de Belgrano a la máxima categoría por tercera vez en su
historia. Aquella fría tarde difícilmente sea olvidada por los hinchas, ya que el
equipo de Carlos Ramaciotti se impuso por 2 a 1 ante Olimpo para sellar de la
mejor manera una campaña histórica. Los goles fueron convertidos por Paolo
Frangipane y Matías Gigli, quienes habían marcado también en el partido de ida
que tuvo idéntico marcador.
Para poder llegar al festejo en el sur, antes
hubo que recorrer un largo y complicado camino. En el torneo Apertura 2005 la
campaña no fue buena y Belgrano terminó en el séptimo lugar a 13 puntos del
campeón Godoy Cruz. Lo único rescatable
del torneo fue la victoria en el clásico 2 a 0 con goles de Mariano
Campodónico.
Ya en el Clausura la historia parecía repetirse: el equipo no lograba la
regularidad necesaria y desaprovechaba las chances de subirse a la punta y el
ascenso se veía como algo utópico. Llegó la fecha 15 con la disputa del
clásico. Los rivales de toda la vida llegaban en la punta y hasta se atrevían a
bromear comparándose con una Ferrari y llamando “Fitito” a Belgrano.
El primer tiempo había dejado en ventaja al
por entonces puntero y todo parecía definido. En ese momento, nuestros hinchas
comenzaron a cantar “cuando yo me muera, yo quiero que mi cajón sea color
celeste, como mi corazón” y lo hicieron durante todo el entretiempo. El aliento
pareció llegar hasta el vestuario, porque el equipo salió con otra actitud y
pudo dar vuelta el resultado con los recordados goles de Campodónico y Andrés
Aimar.
La victoria reavivó la ilusión del ascenso y
fue la primera de una seguidilla de cinco que no alcanzaría para ser campeón
(se definió a favor de Nueva Chicago que tenía 1 gol más a favor), pero sí para
quedar en la cima de la tabla general y poder jugar la final por el segundo
ascenso.
Los últimos dos triunfos de esta racha fueron
memorables: en la fecha 18 hubo que sufrir más que nunca para vencer a Huracán
de Tres Arroyos con un agónico tanto de Novaretti a los 50 minutos del segundo tiempo,
luego de tres goles anulados. En la 19, la visita a Ferro será recordada como
el día que Caballito se tiñó de celeste. Unos 10 mil hinchas se hicieron
presentes en Buenos Aires para alentar a un equipo que tenía muy pocas chances
de ser campeón ya que los otros dos equipos involucrados jugaban entre sí.
En la final por el segundo ascenso directo el
rival fue Nueva Chicago. El partido de ida disputado en Buenos Aires terminó
2-0 para el equipo de Mataderos. Tras empatar la serie con goles de Walter
Bustos y Campodónico, hubo que disputar un alargue para definir quién subiría
de categoría. Belgrano hizo todo el esfuerzo y se puso en ventaja con un penal
de Campodónico, pero no pudo sostenerlo con 9 jugadores en cancha (Turus y Noce
habían sido expulsados) y terminó cayendo derrotado.
La última oportunidad era en la promoción
contra Olimpo, que venía de cumplir una buena temporada, en especial en
condición de local. En el primer partido el viejo Chateau Carreras lució colmado.
La gente se olvidó rápidamente de la derrota contra Chicago, apenas 4 días
antes, y acompañó masivamente. Los bahienses se pusieron en ventaja temprano,
pero en el segundo tiempo Frangipane y Gigli convirtieron para dejar a Belgrano
arriba de cara a la revancha.
Los 2500 hinchas que viajaron a Bahía Blanca, desafiando al frío y la distancia, fueron testigos de un partido muy sufrido. Belgrano necesitaba, como mínimo, empatar. El local abrió nuevamente el marcador a poco de comenzado el partido y el panorama no era nada alentador.
Todo comenzó a cambiar cuando apareció Paolo
para empatar con un remate seco desde afuera del área cerca de los 30 minutos
del primer tiempo. Desde ese momento y hasta el final, el partido se jugó
prácticamente en el área de Montoya, que se convirtió en gran figura con sus
atajadas y sostuvo a un equipo que buscaba liquidarlo de contra. En una de esas
salidas rápidas, el Hacha Mansanelli corrió por la banda derecha dejando atrás
a todos los rivales y habilitó a Matías Gigli quien definió y terminó de
liquidar la serie y el ascenso.
Los festejos en Córdoba fueron multitudinarios
esa noche y al día siguiente. El equipo fue recibido por una nutrida caravana
que tardó varias horas en recorrer el trayecto desde el Arco de Córdoba hasta
Alberdi. La alegría fue total, porque el Fitito demostró de qué estaba hecho y
pudo llegar al objetivo mientras otros miraban desde boxes.
Así lo recuerdan los ex jugadores que lograron esa hazaña, a 10 años del ascenso: