Hace 4 años Belgrano empataba con River Plate en el Monumental de Núñez y lograba el ascenso a Primera División. Y también hacía descender a uno de los equipos más emblemáticos del fútbol mundial. Ese día el equipo de Alberdi hizo resonar su nombre en todo el planeta; los medios internacionales rápidamente se hicieron eco de la noticia. Pero más allá de las repercusiones en el exterior, lo que se logró ese 26 de Junio de 2011 fue muy importante puertas adentro: Belgrano se demostró a sí mismo de lo que era capaz de conseguir.
Aquella inolvidable tarde los dirigidos por Ricardo Zielinski fueron Juan Carlos Olave; Gastón Turus, Luciano Lollo, Claudio Pérez y Cristian Tavio; César Mansanelli, Guillermo Farré, Ribair Rodríguez y Juan Maldonado; Franco Vázquez y César Pereyra. 

La revancha de la serie de Promoción pintaba complicada de antemano: la chance del descenso de River alimentaba rumores y suspicacias de todo tipo. Desde un primer momento, Belgrano supo aislarse del clima extrafutbolístico y se centró en cómo jugar el partido. Apenas comenzado el match, un gol a favor anulado y un tanto inmediato de River sembraron dudas en el elenco celeste. Sin embargo, los Celestes supieron aguantar los sofocones que incluyeron un penal en contra e igualar el marcador. El gol de Farré quedó grabado a fuego en las retinas y en los corazones de los hinchas celestes. El final del partido fue dramático por donde se lo mire; tristeza y llanto por un lado, alegría y emoción por el otro. 

Pero ese final también fue el inicio de una etapa; fue el comienzo de algo que todos los piratas estamos viviendo. La vuelta al club a manos de los socios y la normalización institucional tras haber levantado la quiebra llegaron casi de la mano tras el ascenso en el Monumental. No fue casual. Quizás nos hizo falta semejante hazaña para darnos cuenta de nuestro potencial. En este día tan especial, saludamos a todos los hinchas de Belgrano esparcidos por el mundo.